Cuando se acerca el momento de presupuestar el ajuste salarial anual, muchas organizaciones caen en una práctica común: aplicar el mismo porcentaje de incremento para todos los colaboradores. Aunque esta medida puede parecer justa o sencilla de implementar, en realidad representa una gran oportunidad perdida.
¿Qué oportunidad se pierde?
1. Cerrar brechas de compensación.
Los colaboradores que están por debajo de las curvas de compensación podrían haber recibido un ajuste mayor para acercarse al nivel de equidad interna y/o al nivel de competitividad del mercado. Tratar a todos por igual en este punto es ignorar la realidad de quienes están rezagados.
2. No ampliar las brechas.
Quienes ya están por encima de las curvas no necesariamente necesitan el mismo ajuste. Aplicar incrementos generales solo agranda las diferencias y genera inequidad interna y/o externa.
3. Controlar el costo laboral.
No todos los incrementos deben verse reflejados en el salario fijo. También se pueden considerar ajustes a través del modelo de compensación variable, alineando el reconocimiento con resultados y metas, lo que brinda flexibilidad y sostenibilidad financiera.
Una gestión estratégica de los incrementos salariales es una herramienta poderosa para cerrar brechas, fidelizar talento y mantener la equidad interna.
Si cada decisión se toma con base en datos, curvas de compensación y desempeño, los incrementos dejan de ser un trámite y se convierten en un acto de liderazgo.
Si hiciste lo mismo para todos… perdiste la oportunidad. Estás a tiempo de replantearlo para el próximo ciclo.