Más allá del salario fijo

Por Mauricio Jaramillo Montoya

Cuando pensamos en el concepto de compensación, a menudo lo asociamos únicamente con el salario mensual que recibimos. Sin embargo, comprender la diferencia entre lo salarial y lo no salarial es clave para evaluar realmente lo que ganamos y cómo esto impacta nuestros beneficios a largo plazo.

Pongamos un ejemplo concreto:

Imagina que te ofrecen dos opciones de ingreso mensual:

• Un salario de $3.000.000.

• Un salario de $2.000.000 y $1.000.000 en conceptos no salariales (beneficios).

A primera vista, ambas suman $3.000.000, pero en términos de compensación anual, la diferencia es significativa.

En Colombia, el salario fijo sirve como referencia para calcular varios beneficios legales. Algunos de ellos son:

• Primas legales

• Cesantías

• Intereses sobre cesantías

• Vacaciones

• Horas extras

• Recargos nocturnos, dominicales y festivos

• Indemnización por despido

• Liquidación final del contrato

• Capacidad de endeudamiento en entidades financieras

Con un salario fijo de $3.000.000, tu compensación anual se calcula de la siguiente forma:

• 12 salarios mensuales: $36.000.000

• 1 salario de prima legal: $3.000.000

• 1 salario de cesantías: $3.000.000

• 12% de cesantías por intereses: $360.000

En total, el ingreso laboral anual sería de $42.360.000, considerando los componentes legales.

Ahora veamos el segundo escenario:

Si el salario fijo es de $2.000.000 y el resto se entrega como conceptos no salariales ($1.000.000 al mes), los cálculos cambian:

• 12 salarios mensuales: $24.000.000

• 1 prima legal (basada en $2.000.000): $2.000.000

• 1 cesantías (basada en $2.000.000): $2.000.000

• 12% de cesantías por intereses: $240.000

Esto suma $28.240.000 al año en beneficios salariales. Si a esto le agregamos los $12.000.000 anuales de conceptos no salariales, el total llega a $40.240.000, una diferencia de $2.120.000 en comparación con la primera opción.

¿Qué debemos considerar?

Aunque los conceptos no salariales pueden ser atractivos, su inclusión implica una reducción en los beneficios legales y acumulativos que recibimos. A largo plazo, esta diferencia puede afectar ahorros, liquidaciones e incluso el cálculo de una pensión futura.

Por eso, es fundamental evaluar cada oferta de compensación en su totalidad y no solo fijarse en el número final que aparece en la transferencia. Una buena decisión puede marcar la diferencia entre una estabilidad financiera sólida y una más limitada.

La compensación no es solo cuestión de números, sino de cómo esos números trabajan para ti. Entender el equilibrio entre lo salarial y lo no salarial es esencial para tomar decisiones informadas y optimizar tus ingresos tanto hoy como en el futuro.