¿Salario Ordinario o Integral? ¿Flexibilizar o no? Todo depende de quién seas
Por Mauricio Jaramillo Montoya
Tomar decisiones sobre la modalidad salarial adecuada no es solo una cuestión de números. Impacta directamente la experiencia del empleado y la sostenibilidad del negocio.
Saber en Colombia si conviene un salario ordinario o un salario integral requiere un análisis detallado de ambos escenarios.
Comparando ingresos y costos laborales
En el primer informe, realizamos un ejercicio de comparación entre estas dos modalidades. Tomamos como base un Ingreso Laboral Mensual idéntico para el colaborador y calculamos la retención en la fuente sin aplicar deducciones ni rentas exentas.
El resultado mostró que, aunque el ingreso es el mismo, la forma en que se distribuyen los beneficios y las obligaciones genera impactos distintos tanto para el empleado como para la empresa.
Esto evidencia que la modalidad salarial no es neutral. elegir entre ordinario o integral afecta directamente el flujo de recursos y la percepción del valor recibido.
Profundizando: ingreso neto y optimización
En el segundo informe, fuimos un paso más allá. Analizamos el ingreso neto del empleado, el costo laboral total para la organización y los ahorros potenciales mediante la flexibilización salarial.
Aquí surgieron diferencias significativas:
• Salario ordinario: permite ajustar ciertos beneficios, ofreciendo flexibilidad para optimizar costos y maximizar la percepción de valor del empleado.
• Salario integral: en el caso de un salario mínimo integral, la flexibilización no aplica, lo que limita ajustes.
Esta comparación muestra que no existe una modalidad “correcta” para todos.
La elección depende del contexto del empleado, del diseño de beneficios y de los objetivos estratégicos de la organización.
La clave: análisis detallado y decisiones estratégicas
La conclusión es clara: analizar cada caso con detalle es indispensable.
Comprender cómo cada modalidad afecta ingresos, retenciones, beneficios y costos permite tomar decisiones que sean justas, sostenibles y estratégicamente alineadas con los objetivos de la empresa y/o con los del empleado.
Si quieres conocer la situación real de tus empleados o la tuya propia, la recomendación es: no asumir que una modalidad es mejor que la otra.
Explora los escenarios, considera la flexibilidad disponible si te aplica y evalúa los impactos a corto y largo plazo. Solo así se podrán diseñar estructuras salariales que beneficien a todos.
¿Quieres que hagamos ese análisis en tu caso o en el de tu organización?

